La Roca

Cambió la mía – José Pérez

Hola, mi nombre es José Pérez y este es mi testimonio…
Nací en Guayaquil- Ecuador, a la edad de 2 años aproximadamente estando vacunado me dió el virus de la polio (es una enfermedad discapacitante y potencialmente mortal causada por el virus de la poliomielitis o poliovirus. El virus se transmite de una persona a otra y puede infectar la médula espinal, lo cual causa parálisis (no se pueden mover partes del cuerpo) pero el buen Dios tenía un propósito.
Mi abuela que era evangelista y junto con la iglesia realizaban cadenas de oración por mi salud. Este virus que afectó mi cuerpo me dio en las dos extremidades inferiores, de una manera milagrosa Dios sanó mi pierna derecha, fuimos testigo del primer milagro en mi vida, pero yo aun no era consciente de lo que estaba ocurriendo.
A medida que iba creciendo asistía a la escuela para personas con diferentes discapacidades y la psicóloga a la que yo asistía, aconsejo a mi madre que sería lo mejor que yo asistiese a una escuela común de toda la vida, nótese adicional que tampoco interactuaba con niños que no tenían discapacidad.
Cuando mi madre me cambió de escuela, comencé a darme cuenta que era diferente a mis compañeros, y sobre todo sus preguntas: ¿poque usas muletas? ¿porque caminas raro? Y el bullyng que comenzó a ser real todos los días.
Recuerdo tanto el día en que escuche una predica, en la que decía un pastor esta frase que: “No se cae ni una hoja de un árbol sin que Dios lo permita”
Y automáticamente en mi mente se vino el pensamiento de que mi discapacidad la había permitido Dios porque no me amaba y sufría por eso.

¡¡Gracias Señor porque sin duda cambiaste mi vida!!


A la edad de 15 años, pertenecí al coro de adultos de la iglesia evangélica a la que asistía, y al mismo tiempo me hicieron una propuesta de pertenecer a una banda de rock en la escuela, lo cual acepté, ya que uno de mis sueños era tocar la batería.
Los primeros años fueron como algo de chiquillos hasta que a los 17 años comencé a beber alcohol, pinté mi habitación totalmente de negro, paredes y techo, ir a discotecas, fumar drogas hasta que veía que no era suficiente mi enojo y rebeldía hacia Dios, y empecé a interesarme en el ocultismo.
Una noche mi madre ya siendo Pastora me pregunto: ¿quién era el de la foto que tenia pegada en mi pared?
yo le respondí: que era un cantante de rock kurt Cobain
Me pregunto: ¿Qué hace, si aún vive?
Le respondí: no, se suicidó
Me pregunto ella: ¿es el único que se ha suicidado de todos los cantantes de rock?
Y respondí: Muchos más se han suicidado
Dijo ella: Si esa vida daba alegría, ¿porque las personas se suicidan?
En ese momento no espero mi respuesta, se despidió con un beso en la frente y se fue de mi habitación.
Esa noche reconozco que me impacto tanto, se ahora que no eran las palabras de mi madre, era el Espíritu Santo haciendo la obra, ese milagro desde el interior hacia afuera. Pensé estoy desperdiciando mi vida.
Al día siguiente tome la decisión de cambiar mi vida, fui hablar con los chicos de la banda y les presente mi renuncia porque Dios había cambiado algo en mi vida. Dejé el alcohol, deje los vicios, deje la discoteca, me corte el cabello.
Sin Dios creí que lo tenía todo y con mi rebeldía creí que le hacía daño a Él, pero no me daba cuenta que me hacía daño a mí mismo. Y como dice la Biblia: Juan 15:5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. Pero aun había en mi vida un área que no se la entregaba a Dios, es el ser mujeriego. Yo servía en el ministerio de alabanza de la iglesia, tocando la batería y comencé despertar interés romántico en las chicas. Hasta el día en que mi madre me pillo y me advirtió que una próximas más me expulsaría de la iglesia y de casa. Tanto era mi descontrol en esa área que no escuche las advertencias de mi madre, porque dentro de mi pensé que nos cumpliría, hasta que un día lo volví hacer y ella cumplió. Mi madre reunió a todo el concilio de la iglesia, y acordaron expulsarme de la iglesia y de casa también fui expulsado. Me fui a vivir a un pequeño estudio, muy pequeño era una habitación y un baño. Y en esa total soledad estaba fue cuando le permití a Dios obrar en esa área de mi vida para que la transforme por completo. Luego de dos años de tratar Dios en mi vida y transformarme, Dios trajo a mi vida mi esposa, pero ya Dios me había hecho un hombre nuevo que amo adorarle y vivo solo para EL y por El. Volví al ministerio de la alabanza en la iglesia, pero ahora ya no estaba solo, Dios me dio el privilegio de conocer a una gran mujer con la que ahora es mi esposa servimos juntos a Dios. Dios cambio mi vida, era imposible que pudiese yo hacerlo en mis fuerzas, pero te quiero decir hoy, que EL lo puede hacer hoy también contigo, puede cambiar tu vida de una manera sorprendente. Dios no es un Dios de metal, de madera o de bronce, es un Dios vivo, es un Dios real, El es el Dios de lo imposible.

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